Artículos de: 11 Enero 2013

Anatomía del Kirchnerismo

RESUMEN:
El kirchnerismo reconstruyó el estado idealizando al capitalismo regulado, subsidiando a la burguesía y esperando el surgimiento de un funcionariado eficiente. Ha forjado un régimen con pilares para-institucionales y las semejanzas de contexto con el primer peronismo no se extienden a la relación con los trabajadores.
El gobierno tiene un perfil centroizquierdista y desarrolla contradictorias políticas de regimentación y democratización en torno a los derechos humanos, los medios y la justicia. Retoma los intentos de fusión del peronismo con el progresismo, en choque con los caceroleros de la derecha y el protagonismo sindical.
La perpetuación de la desigualdad y el rechazo oficial de horizontes socialistas conspira contra las metas imaginadas por el progresismo K. Este sector actúa con escasa autonomía y reduce las opciones actuales a la simple elección entre dos campos.
La derecha trabaja por una restauración neoliberal. El marco democrático y las expresiones de soberanía desatan sus enojos elitistas. Promueve el revanchismo gorila mediante hipócritas convocatorias al dialogo y en su cruzada contra el populismo alienta la despolitización.
El formalismo republicano oculta viejas complicidades con dictaduras y una persistente aversión a la democracia real. Esta duplicidad se verifica en la apología de la Constitución vigente. La centroizquierda anti-K comparte estas estrategias de institucionalidad conservadora, apuntalando campañas y candidaturas regresivas. Postula repetir la experiencia de gobiernos vecinos, que resisten los avances democráticos y sociales logrados en nuestro país.
La izquierda partidaria constata la naturaleza capitalista del gobierno, sin clarificar las singularidades del kirchnerismo. Tampoco especifica el carácter progresivo o regresivo del bonapartismo oficial. Su neutralidad en los conflictos oficiales con la derecha ilustra una carencia de brújula.
La izquierda independiente propone prácticas militantes inspiradas en la tradición revolucionaria latinoamericana. Cuestiona al gobierno sin aceptar puentes con la derecha, pero afronta el desafío de superar los resabios del autonomismo anti-electoral. El 2013 confirmará el excepcional momento que vive Argentina.