La derecha avanzó en las elecciones timoneada por el poder económico, mediático y judicial. No unificó estrategias y liderazgos frente al novedoso Bolsonarismo que irrumpió con un proyecto represivo. El gobierno fue afectado por la pandemia y castigado por el empobrecimiento y la desigualdad. Ahora tantea un giro conservador que el Cristinismo tolera soslayando definiciones. La izquierda logró un inédito protagonismo que la induce a concretar propuestas y clarificar estrategias.