La mutación histórica en curso es frecuentemente asociada con la transición hegemónica y el despunte del Sur en desmedro del Norte global. La crisis del capitalismo neoliberal efectivamente potencia el declive económico de Estados Unidos y el ascenso de China. Pero la comprensión de ese viraje exige el uso de otros conceptos de raíz marxista.
El fracasado belicismo del Pentágono ilustra la crisis del sistema imperial, frente a la ausencia del antiimperialismo en el heterogéneo Sur Global. La carencia de sustituto recrea la fallida unipolaridad sin contrapartes multipolares definidas, en un marco de oleadas derechistas que no tienen fronteras y socavan la armonización de la gestión global.
La acción popular determinará el signo de cualquier transición futura. El desconocimiento de esa centralidad es un defecto tan frecuente, como la omisión de un giro histórico entrelazado con el socialismo.
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