Las tensiones de la economía argentina imposibilitan la evasión que intentaron los principales candidatos. Hay una gran carencia de divisas que no obedece a la crisis mundial, sino a fugas de capital y pagos de la deuda. La devaluación gradual o contundente es falsamente presentada como un hecho inexorable. Sería complementada con un nocivo re-endeudamiento y la capitulación ante los buitres. Ese giro implicaría mayores tarifas y recortes del gasto social.
Conviene observar en Brasil las consecuencias de transitar el camino del ajuste. Hay un deterioro estructural por la dependencia de la soja, la regresión energética y el atascamiento industrial. En lugar de una década ganada, desperdiciada o frustrada ha prevalecido un decenio repetido por la continuidad de los desequilibrios que afectan al capitalismo dependiente.