:: economía argentina

Inconsistencias de una inédita agresión

La guerra contra el pueblo que intenta Milei no tiene precedentes. Incentiva una superinflación que destruye los ingresos para favorecer a las grandes empresas. Privilegia al capital financiero, apuntala el agronegocio y afecta parcialmente a los industriales. No logra aún retribuciones por su sometimiento a Estados Unidos. Propicia el miedo y el autoritarismo, pero debutó con cuestionados decretos, fracasos represivos y orfandad callejera. Ha comenzado la resistencia y los desenlaces están abiertos.

Leer texto completo [PDF]

Los enigmas de Argentina

La derecha actualiza todos los mitos del declive económico para denigrar a los desposeídos y exculpar a los poderosos. Desconoce la incidencia del extractivismo agroexportador y el malgasto estatal de la renta en esa regresión. Las cirugías de neoliberalismo destruyen la industria y los subsidios el neodesarollismo acrecientan la ineficiencia. El próximo ajuste apuntala negocios muy concentrados.
Las clases dominantes no logran gestar una hegemonía política perdurable. Apuestan a la derecha convencional, pero auspician a un descontrolado libertario. La decepción con el gobierno recrea otra crisis del peronismo con tres desenlaces posibles.
La sindicalización, el movimiento social y la pujanza democrática recrean el protagonismo popular y un empate de larga data de las relaciones de fuerza. Nuevos horizontes podrían despuntar en el kirchnerismo crítico y la izquierda.

Leer texto completo [PDF]

El nefasto regreso del FMI

Leer texto completo [PDF]El gobierno legitima la estafa y la renegociación eterna de un pasivo impagable. Acepta inspecciones que condicionan la política económica y obstruyen la redistribución del ingreso. Promete sin fundamentos recortar el déficit sin ajuste y propicia una dureza monetaria que afecta la continuidad del crecimiento. Las mini-devaluaciones y los aumentos de tarifas socavan la reducción de la inflación y el proyectado incremento de las reservas no es compatible con la fuga de divisas.
El FMI ha sido responsable de todas las pesadillas financieras. Asfixió la gestión de Alfonsín, provocó el colapso del 2001 y monitoreó la devastación de Macri. El gobierno dilapidó un contexto favorable para apuntalar la reactivación, aislar a la derecha y forjar un frente latinoamericano de resistencia a los acreedores. La batalla en el Congreso y en las calles recién comienza.

Tres posturas frente a la deuda

Argentina afronta nuevamente enormes vencimientos de una deuda externa que no puede saldar. El país ha quedado otra vez entrampado en la conocida secuencia de compromisos que desbordan su capacidad de pago. Esa asfixia financiera generada por los poderosos agobia a las mayorías populares.Leer texto completo [PDF]

El acoso cambiario en Argentina.

Leer texto completo [PDF]Reapareció el terrorismo de mercado en un contexto inhabitual. Las maniobras especulativas, el quebranto fiscal y la imposibilidad de pagos futuros de la deuda incentivan la corrida. La derecha ha instalado una agenda de favoritismo a los privilegiados que el gobierno paulatinamente acepta. Ese giro conservador obstruye las soluciones al flagelo de una economía bimonetaria. Pero otro rumbo es posible con el sostén popular.

La economía de la pos-pandemia en disputa

La crisis no es una peculiaridad argentina, pero presenta un alcance catastrófico y reaviva la contraposición entre el ajuste y la redistribución. Los modelos de retracción salarial y torniquete monetario contrastan con las iniciativas para recuperar los ingresos populares y reactivar la producción interna.
Vicentin es el caso testigo de esa disyuntiva. Imponer normas de utilidad pública en el sistema financiero ante bancos que ahogan el crédito es otra encrucijada. La misma batalla se procesa en el demorado impuesto a las grandes fortunas. El canje de la deuda es innecesario, nocivo y obstruye esa perspectiva. Confirma las vacilaciones de un gobierno con intenciones progresistas, pero ingenuas reivindicaciones del capitalismo.
Leer texto completo [PDF]

El imprevisto gatillo de un viraje económico

La pandemia ha trastocado todas las prioridades de un gobierno que recién arrancaba. Fernández enfrenta ahora dos emergencias simultáneas: el tsunami sanitario y el agravamiento de la recesión.
Como el coronavirus llega más tarde al hemisferio sur, Argentina puede asimilar lo ocurrido en el norte. Pero esa ventaja sólo brinda un poco más de tiempo para emparchar un sistema sanitario destruido. El gobierno aceleró el inicio del aislamiento social, frente al gravísimo peligro que se avecina por la carencia de respiradores y hospitales. Todos temen las consecuencias de un salto exponencial de los contagiados y se intenta aplanar la curva de los afectados, para distribuir su impacto en la estructura sanitaria.
Leer texto completo [PDF]

Deuda, FMI y auditoría en un contexto inédito

Macri deja una herencia catastrófica, con improvisaciones finales contrapuestas a su credo neoliberal. Inició un insólito default, que debería transformarse en suspensión y reordenamiento de todos los pagos. Otras alternativas de renegociación no permitirán recomponer el ingreso popular. El FMI comparte con el modelo económico y el gobierno la responsabilidad del colapso actual. Afronta, además, severos cuestionamientos que afectan su status de acreedor privilegiado. Para esclarecer cómo se financió la fuga de capital corresponde implementar una auditoría, que surgirá de la movilización popular. Esa presencia callejera es indispensable para recuperar lo perdido.

Argentina: Más grave que Grecia y lejos de Portugal

Todos los indicadores de la economía confirman un dramático escenario con cuatro posibles desenlaces. La improbable continuidad del oficialismo implicaría un ajuste recargado y la eventual dolarización frente a una gran debacle. El desahogo de la década pasada choca con el protagonismo acreedor del FMI, la adversidad comercial y la desvalorización irresuelta. El calvario de Grecia anticipa los padecimientos que afrontará el país, en una renegociación de la deuda amoldada al FMI. Las expectativas en un alivio portugués tienden a diluir la batalla contra los financistas.

Al borde del abismo

La impotencia del gobierno frente a la corrida cambiaria acelera un dramático desenlace de la crisis. Macri intentó contener la desvalorización del peso anunciando un inexistente auxilio adicional del FMI y terminó empujando la cotización del dólar por encima de los 40 pesos. Luego se recluyó en un frenético fin de semana para renovar su gabinete y fracasó en implementar los cambios en danza. Finalmente apareció en la pantalla con la novedad de un ajuste sobre el ajuste. Con la drástica meta del “déficit fiscal cero” mendigó un respiro a los acreedores.