Leer texto completo [PDF]El resurgimiento de la CELAC sintoniza con la nueva oleada progresista y el desconcierto de la derecha. Lula reactiva el MERCOSUR para equilibrar los negocios regionales de la industria con la expansión internacional del agronegocio. Pero el sostén estructural de esa apuesta es muy dudoso.
La promocionada integración está socavada por la generalizada convalidación de los tratados de libre comercio. Estados Unidos sabotea esa convergencia sin ofertas relevantes, exige subordinación geopolítica y recibe respuestas disimiles.
El progresismo mantiene el silencio frente al drama de Perú y Haití y no modifica la relación económica adversa con China. La CELAC Social propicia con escasa visibilidad proyectos de soberanía e integración popular.