Derrotas del imperialismo sin victorias progresistas
Leer texto completo [PDF]Las derrotas afrontadas por Estados Unidos no implican victorias antiimperialistas. Los yihadistas son la contracara de ese anhelo. En Afganistán triunfaron los retrógrados talibanes, en Irak gobierna una represiva administración teocrática, en Libia prevalece el reparto del botín y en Siria aplastaron la esperanza democrática. Las batallas antiimperialistas han sido desviadas hacia confrontaciones de supuesto sesgo inter-religiosas y el proyecto progresista panárabe ha quedado sustituido por el ensueño fundamentalista del Califato.
En Egipto se demostró que los avances democráticos exigen confrontar con la subordinación a Washington. La excepcionalidad de Túnez y la fractura de Libia confirmaron esa regla. La primavera árabe fue un hito de rebeldía, pero su divorcio de planteos antiimperialistas facilitó su aplastamiento. La nueva oleada plantea superar las fracturas confesionales.
Las demandas nacionales pueden apuntalar luchas soberanas o servir a la balcanización. Los kurdos afrontan ese dilema. Las batallas por la democracia y la autodeterminación nacional enlazan con el antiimperialismo.