Novedades


El antiimperialismo y la izquierda en Medio Oriente

Leer texto completo [PDF]La interpretación meramente geopolítica de los conflictos en la región resalta el choque entre un bloque agresivo unipolar y otro defensivo multipolar. Remarca la prioridad de confrontar con el enemigo principal, pero razona con criterios conspirativos y no toma en cuenta el protagonismo popular. Por el contrario, la mirada neutralista desconoce la incidencia de las confrontaciones globales sobre las relaciones de fuerza y las consiguientes luchas de los pueblos.
Lo ocurrido en la Segunda Guerra Mundial brinda parámetros para posicionarse en Medio Oriente y el balance de la URSS en Afganistán define criterios antiimperialistas. El apoyo norteamericano a los kurdos no aporta en cambio reglas generales. Libia demuestra cuán erróneo es confundir levantamientos con las acciones de la OTAN y Siria enseña a distinguir rebeliones genuinas y usurpadas. Hay que batallar contra el imperialismo norteamericano sin idealizar a sus rivales.

Derrotas del imperialismo sin victorias progresistas

Leer texto completo [PDF]Las derrotas afrontadas por Estados Unidos no implican victorias antiimperialistas. Los yihadistas son la contracara de ese anhelo. En Afganistán triunfaron los retrógrados talibanes, en Irak gobierna una represiva administración teocrática, en Libia prevalece el reparto del botín y en Siria aplastaron la esperanza democrática. Las batallas antiimperialistas han sido desviadas hacia confrontaciones de supuesto sesgo inter-religiosas y el proyecto progresista panárabe ha quedado sustituido por el ensueño fundamentalista del Califato.
En Egipto se demostró que los avances democráticos exigen confrontar con la subordinación a Washington. La excepcionalidad de Túnez y la fractura de Libia confirmaron esa regla. La primavera árabe fue un hito de rebeldía, pero su divorcio de planteos antiimperialistas facilitó su aplastamiento. La nueva oleada plantea superar las fracturas confesionales.
Las demandas nacionales pueden apuntalar luchas soberanas o servir a la balcanización. Los kurdos afrontan ese dilema. Las batallas por la democracia y la autodeterminación nacional enlazan con el antiimperialismo.

El Coimperialismo en Medio Oriente

Israel se ha integrado a la estructura geopolítica de Estados Unidos y desenvuelve una función coimperial fuera de sus fronteras. Utiliza el militarismo económico digital para reafirmar su primacía regional. Con anexiones y apartheid retoma una modalidad ya inviable de colonialismo. La cultura judía y la nación israelí no son equivalentes al expansionismo sionista.
La resistencia en Gaza, Cisjordania y las ciudades mixtas recompone el fragmentado tejido de los palestinos. La solución de los dos estados exigiría una reparación a los refugiados y el dudoso fin de la ocupación. Por eso gana adeptos el proyecto de un sólo estado, binacional, laico y democrático.


Leer texto completo [PDF]

El Subimperialismo en Medio Oriente

Tres países de la región reúnen las características del subimperialismo. Son economías intermedias que despliegan acciones militares y relaciones contradictorias con Estados Unidos. No sustituyen a los protagonistas globales y enlazan con raíces de larga data.
El concepto se aplica a Turquía. Clarifica su expansionismo externo, las ambigüedades frente a Washington y el autoritarismo de Erdogan. También esclarece las aventuras externas y la persecución de los kurdos.
La acumulación de rentas, las aventuras bélicas y las ambiciones de los monarcas encaminan a Arabia Saudita hacia el subimperialismo. Pero la teocracia incuba explosivas reacciones internas y afronta adversos resultados militares.
La eventual reconstitución del status subimperial de Irán se combina con una nueva tónica defensiva de tensiones con Estados Unidos. Las disputas entre subimperios modifican el status de todos los contrincantes.
Leer texto completo [PDF]

Tres perfiles diferentes al imperialismo dominante.

El alterimperialismo europeo difiere del imperialismo norteamericano. Combina las divergencias económicas con la subordinación geopolítica a la primera potencia. Sus acotadas incursiones propias están enlazadas con el liderazgo del Pentágono en los grandes operativos.
Rusia despliega acciones de gran potencia a partir de sus victorias militares en Siria y sus éxitos diplomáticos en Oriente. Esa audaz conducta retrata el perfil de un imperio en formación amoldado al cimiento capitalista del país.
China aumenta su protagonismo económico, pero sin correlatos geopolíticos y militares. Actúa como una potencia no imperial y disputa negocios contra el militarizado competidor norteamericano.
Leer texto completo [PDF]

Fracasos, falacias y replanteos en el “Gran Oriente Medio”

El desangre en el “Gran Oriente Medio” no obedece a causas religiosas o culturales. El imperialismo norteamericano intentó un rediseño para recuperar primacía, manejar el petróleo, reforzar su poder militar, doblegar las rebeliones y someter a los rivales. Pero sus derrotas han generado escenarios caóticos.
La humillación de Afganistán acelera el repliegue de Irak, la fractura de Libia se ha descontrolado, las adversidades se agigantan en Siria y la coraza atómica no ha sido desmantelada en Irán.
El terror yihadista potenció esos fracasos. Estados Unidos reformula ahora su política sin abandonar el intervencionismo. Una deserción chocaría con la dinámica del imperialismo y con el replanteo estratégico que impulsa Biden
Leer texto completo [PDF]

China: Neither imperialist nor part of the Global South

China’s geopolitical status is the subject of increasing controversy. Its presentation as an imperialist power is based on mistaken analogies that overlook the way in which its productive expansion is accompanied by geopolitical restraint. An imperial profile is defined by international acts of domination and not by economic parameters.
China exhibits the features of an empire in formation, but only in an embryonic form. The limits to its capitalist restoration affect the degree to which it resembles an empire. It profits from Latin America’s dependence on raw materials exports, but its intervention there is a far cry from that of the United States.
The tensions that capitalism generates in China are disguised by indulgent views that ignore the incompatibility of that system with an inclusive globalization. Its current trade and investment relations contradict calls for cooperation. China is not part of the Global South. It is grappling with the imbalances of a developed economy and the tensions of a creditor. Three possible scenarios can be envisaged for the medium term.
Leer texto completo [PDF]

L’échec de la relance impériale des États-Unis

Avec plus de diplomatie, le président Joe Biden insistera sur des politiques agressives utilisant une couverture idéologique usée jusqu’à la corde.Leer texto completo [PDF]

Le grand (dé)ordre mondial

Après Trump, quelles sont les perspectives avec Biden pour gérer le désordre impérial mondial ? Quels sont les changements prévisibles dans l’ordre impérialiste jusqu’à maintenant dirigé par les États-Unis qui restent le pilier du capitalisme mondial ? Comment les turbulences internes aux États-Unis peuvent influer sur ce processus ?Leer texto completo [PDF]Leer texto completo [PDF]