Autor: “Claudio Katz”

¿Qué es el neo-desarrollismo? II- Una visión crítica. Argentina y Brasil

Argentina volvió a encabezar un viraje económico con políticas neo-desarrollistas, que complementaron la valorización internacional de sus exportaciones y la recuperación de la rentabilidad pos- 2001. Pero el ensayo duró poco y ha declinado por el efecto de la inflación, el déficit fiscal y las devaluaciones.
La crisis global no explica los desequilibrios actuales. Se apostó al virtuosismo de la demanda eludiendo la centralidad de la ganancia. La renuncia a una apropiación mayor de la renta sojera socavó el modelo. Se confió en capitalistas que utilizaron los subsidios para fugar capital sin aportar inversiones.
El control de cambios fue tardío e ineficaz, no hubo reforma impositiva progresiva y se retoma el endeudamiento externo. El modelo mantuvo el perfil extractivo, la estructura industrial dependiente y un sistema financiero adverso a la inversión. Los críticos neoliberales propician la perpetuación de esas falencias.
En Brasil se discute la existencia de una variante conservadora de neo-desarrollismo, una versión más regulada del neoliberalismo o la vigencia de un tenue giro industrialista. Allí no se afrontó la crisis y la rebelión popular que convulsionaron a la Argentina. Pero la economía se ha estancado y se sobredimensiona la expansión de la clase media con falacias estadísticas y espejismos de consumo.
El neo-desarrollismo es un proyecto diferenciado dentro del patrón de exportaciones básicas las últimas décadas. Es poco fructífero cuestionar su denominación y corresponde distinguir las miradas elogiosas y críticas. Es un programa de economías medianas afectadas por rentas agro-exportadoras que disuaden la inversión fabril. Intenta canalizar el excedente hacia la actividad industrial, pero retrocede frente a los conflictos que suscita y recrea el círculo vicioso de los ensayos fallidos.

¿Cuántos buitres acosan a la Argentina?

Argentina afronta nuevamente un chantaje financiero, pero esta vez la extorsión no tiene precedentes. Los especuladores que compraron bonos por 48 millones de dólares lograron en Nueva York una sentencia de cobro por 1500 millones.
Este fraude retrata cómo funciona el capitalismo actual. Al pueblo argentino le quieren imponer la misma confiscación que padecen los pequeños deudores norteamericanos, los desalojados de viviendas de España y los empobrecidos de Grecia.
Cuando se convoca a reforzar la integración internacional a este sistema se empuja al país a nuevos padecimientos. Los buitres se disponen a repetir el mismo despojo que ya realizaron en otros lugares como Perú.

Nuevo escenario, nuevas posibilidades

Es muy probable que Argentina atraviese un gran giro político en 2014-2015. Estos virajes se han registrado al final de cada ciclo significativo de las últimas décadas. Ocurrió a mitad de los 70, durante los 80 y en el 2001-03. El escenario nacional tiende a quedar dominado por la agenda electoral y un fuerte polo político de la izquierda potenciará el desarrollo de las luchas que se avecinan.

Mutaciones del capitalismo en la etapa neoliberal III

RESUMEN.
Las transformaciones regresivas del neoliberalismo persisten. La internacionalización productiva se amplía con más localizaciones y nuevas tecnologías. Hay nuevos tratados de mundialización comercial y la globalización financiera impide restaurar las viejas regulaciones.
El estancamiento del centro coexiste con el crecimiento asiático en una etapa que no sigue los parámetros de las Ondas Largas. El neoliberalismo cerró una crisis pero abrió nuevas contradicciones que los marxistas explican con tesis compatibles y centradas en el consumo, la tasa de ganancia y el capital financiero.
Los conflictos entre potencias se desenvuelven resguardando la solidaridad entre opresores en un marco común del capitalismo neoliberal. La multipolaridad reordena las relaciones de fuerzas dentro de ese esquema. No anticipa la resurrección nacional, ni el retorno al proteccionismo.
El capitalismo actual recrea la estratificación entre el centro, la semiperiferia y la periferia con avances de una economía a costa de otra. Es erróneo suponer que funciona bien en los BRICS. El fin del período actual depende de la acción de los sujetos sociales y no puede ser fechado.
La destrucción del medio ambiente se acentuó con la recesión. La competencia impide frenar una auto-destrucción y concertar los costos de la reconversión verde. Las consecuencias son mayores que en las guerras del pasado.
El neoliberalismo se mantiene expandiendo el desempleo y la pobreza. No impuso aplastamientos físicos, pero si el repliegue de los trabajadores, el debilitamiento de los sindicatos y el cuestionamiento del ideal socialista. Estos ciclos siempre fueron revertidos, pero las nuevas luchas no lograron aún modificarlo. Las batallas centrales se dirimen hoy en Europa.

Mutaciones del capitalismo en la etapa neoliberal II

RESUMEN:
China asciende al status de economía central. El salto histórico en su industrialización le otorgó un impensable rol internacional en el rescate del sistema financiero. Pero no logra concretar el giro hacia el consumo interno. La sustitución de las reformas mercantiles por el capitalismo ha generado sobre-inversión, especulación bancaria y polarización social.
La expansión económica global comienza a obstruir la estrategia geopolítica defensiva de China, acentuando las disputas entre las elites de la Costa y del Interior. La restauración capitalista está muy avanzada pero no ha concluido, mientras persisten tendencias equivalentes a la asociación y al choque con Estados Unidos.
Las economías intermedias que ascienden se ubican en un escalón inferior. Varias sub-potencias regionales con ambiciones sub-imperiales recobran incidencia sin forjar bloques comunes. Actúan dentro del orden neoliberal y es erróneo caracterizarlas utilizando criterios financieros de corto plazo.
Rusia recompone el estado frente al despojo de los oligarcas para estabilizar la acumulación, forjando un dique de contención a la OTAN. El crecimiento de India no se aproxima al desarrollo chino en una zona desgarrada y saturada de conflictos bélicos. En un marco de gran desempleo y desigualdad, la cooptación de una elite negra al pos-Apartheid ha potenciado la proyección de Sudáfrica. El expansionismo neo-otomano es el soporte del crecimiento neoliberal de Turquía.
La brecha global de ingresos se ensancha empobreciendo a la periferia. La desnutrición se acentúa por el encarecimiento de los alimentos que generó la reconversión capitalista del agro.
Un capitalismo negro despunta en África luego de sangrientas guerras por el botín de los recursos naturales. Arriban nuevas potencias y se enriquecen las elites locales. El mundo árabe continúa sufriendo una gran expoliación que en Asia es sinónimo de superexplotación.

Mutaciones del capitalismo en la etapa neoliberal I

RESUMEN: Seis años de crisis han alterado el escenario mundial. Los bancos fueron salvados con mayor bache fiscal y una enorme inyección monetaria que incentiva más burbujas que reactivaciones productivas.
Estados Unidos exportó la crisis y define el ciclo financiero global porque mantiene la supremacía del dólar, el manejo de los grandes bancos y el control sobre el FMI. Pero la deuda pública y la regresividad impositiva acentúan su deterioro industrial. Mantiene protagonismo por una preeminencia militar, que reorganiza con más tecnología y menos tropas. Reajusta prioridades estrechando la coordinación con los aliados.
Luego de la anexión, el ajuste interno y una alianza con Francia, Alemania refuerza su predominio en Europa. Italia y España no tienen resguardos geopolíticos frente a la cirugía deflacionaria y las transferencias a los acreedores golpean a la periferia de la región.
El ideario federalista keynesiano ha sido reemplazado por la centralización neoliberal en la conformación de un proto-estado continental. Para amoldar Europa a la competitividad global se acentúa el despotismo de la Troika. Pero la ilegitimidad, el rechazo popular y las demandas separatistas socavan a la Unión.
La reducida estructura estatal europea es funcional al ajuste pero no a la concurrencia internacional. Lo demuestra la política monetaria defensiva y el abandono de proyectos militares. La crisis refuerza el prolongado estancamiento de Japón que pierde posiciones en Asia y reafirma su rol secundario en la política internacional.

La economía desde la izquierda I: Coyuntura y ciclo

La derrota del oficialismo y las exigencias capitalistas acentúan los desequilibrios de la economía. El precio del dólar se disparó por la ineficacia del control de cambios y no por el “cepo”. Al pagar sentencias del CIADI, reabrir el canje y confeccionar índices junto al FMI se retoma un endeudamiento innecesario. Este giro irrumpe luego de cancelar pasivos con reservas y desfinanciar al ANSES.
El ajuste fiscal del gobierno es una variante atenuada del gran recorte que exigen los neoliberales. Se renunció a la reforma impositiva progresiva y ahora se presenta la baratura del transporte o el gas como un privilegio.
La inflación ya no deriva sólo de bajas inversiones, encarecimiento de exportaciones y acciones de los oligopolios. Se acentuó con la emisión. Como los acuerdos de precios con las empresas han fallado, ahora se intenta imponer un techo salarial.
Los principales ganadores de la década pasada fueron los grupos concentrados. Pero el periodo de alto crecimiento y creación de empleo quedó atrás. La desaceleración del nivel de actividad no se explica por la crisis mundial. El continuado empuje de la demanda ha chocado con exigencias de rentabilidad, que dejan poco espacio para medidas progresistas.
La derecha no piensa recomponer la solvencia fiscal erradicando la corrupción. Con un gran despliegue de anti-chavismo prepara atropellos contra las conquistas sociales. En el nuevo escenario crecen las posibilidades de protagonismo de la izquierda.

La economía desde la izquierda II: Modelo y propuestas

La preservación de una economía dependiente con gran desigualdad social explica las tensiones del modelo. El déficit energético es consecuencia de una depredación tolerada por el gobierno. Luego de nacionalizar YPF en forma tardía e insuficiente se premia con indemnizaciones a los responsables del vaciamiento. La extracción contaminante reforzará la minería a cielo abierto y el esquema extractivo de expansión sojera.
Se ha recompuesto la estructura vulnerable, deficitaria y extranjerizada de la industria. La prioridad del ferrocarril fue sustituida por la sobre-oferta automotriz, en un marco financiero pro-consumo y anti-inversión.
El ensayo neo-desarrollista quedó sofocado por la victoria agro-sojera del 2008. El gobierno renunció a incrementar la apropiación estatal de la renta, que se requiere para el desarrollo productivo y la estabilidad cambiaria. La burguesía local repite su vieja conducta de remarcar precios, fugar capital y no invertir. La regulación estatal no modificó este comportamiento y la decepción del gobierno se traduce en un giro pro-mercado.
Pero en el debate con el oficialismo no hay que adoptar los argumentos neoliberales. La izquierda tiene proyectos para contener la inflación mediante la fiscalización popular de los costos y las ganancias. Se necesita un control de cambios en serio y la investigación de la deuda para discriminar los compromisos reales de los ficticios. El bache fiscal debe recomponerse con impuestos progresivos.
El monopolio estatal del comercio exterior y la nacionalización del sistema financiero son indispensables para superar la dependencia agro-exportadora. El objetivo debe ser erradicar y no renovar el capitalismo. La transición socialista es el emblema de la izquierda.

Dualidades de América Latina I Economía y Clases

La validez de los conceptos Pos-liberalismo y Consenso de commodities se dilucida analizando las transformaciones de la región. El capitalismo se ha extendido en el agro y la mega-minería se amplía, acentuando la preeminencia de las exportaciones básicas. La industria abastecedora del mercado interno retrocede frente a las maquilas, las remesas son un recurso de supervivencia y el turismo es un ingreso clave para los pequeños países. Estas tendencias económicas han sido reforzadas por desde el inicio de la crisis global.
La burguesía nacional que privilegia la demanda ha sido reemplazada por la burguesía local, que jerarquiza el abaratamiento de los salarios. Su carácter minoritario se consolida junto a la asociación con empresas extranjeras. Se extinguen sus rasgos pre-capitalistas y no conforman nuevas oligarquías. Mantiene sus bases de acumulación sin convertirse en un grupo transnacionalizado. Sólo fracciones marginales aglutinan una lumpen-burguesía y no se extiende a los países medianos la dependencia neo-colonial.
La expansión de la informalidad, el éxodo campesino y el estancamiento de la nueva clase media reconfiguran a las clases dominadas, en un marco de pobreza, desempleo y desigualdad. El escenario económico no corrobora el diagnóstico pos-liberal, pero la tesis opuesta debe ser evaluada incorporando la dimensión política.

Dualidades de América Latina III Rebeliones y Proyectos

Las rebeliones sudamericanas modificaron las relaciones de fuerza, limitaron la agresión neoliberal y consiguieron victorias inusuales en otras partes del mundo. Evitaron el desangre del mundo árabe e impusieron las agendas pendientes en Europa del Sur. Posteriormente no se profundizaron, ni retrocedieron. Ampliaron su radio sin incorporar al grueso de Centroamérica.
Las resistencias oxigenaron a Cuba e iluminaron los logros de una isla sin recursos, que necesita contrapesar el aislamiento con reformas mercantiles. En Venezuela la derecha conspira para anular las mejoras populares, pero la principal batalla se libra al interior del proceso bolivariano. También Bolivia tiene un gobierno radical y dirime el freno o profundización de su gestión, en condiciones de mayor subdesarrollo y conflictos con la utilización de los recursos naturales.
Ecuador mantiene una política centroizquierdista junto a un alineamiento regional radical. Nicaragua se ubica en un eje semejante con un gran alejamiento de su pasado revolucionario. En El Salvador emergen las consecuencias de la adaptación al sistema y en Paraguay se verificaron los efectos de actitudes vacilantes.
El ALBA es un germen de asociación cooperativa que depende de la continuidad de gobiernos de izquierda, del soporte popular y del afianzamiento de intercambios solidarios.
La tesis pos-liberal no registra la continuidad del mismo patrón productivo de la década precedente y la teoría del Consenso de commodities desestima las diferencias entre gobiernos, que actúan en marcos estructurales semejantes. Hay que distinguir los condicionantes económicos de los determinantes políticos, para integrarlos en una mirada que clarifique las contradicciones del escenario latinoamericano.